Colombia inspira a las cocineras ancestrales
El valor de la buena cocina
Es una exponente y defensora de la cocina lenta. Ella demuestra la diferencia entre ablandar una carne toda la noche a fuego de leña y hacerlo amparado por una olla a presión. Al final los sabores son distintos. Así mismo, preserva las tradiciones de pelar maíz y pilar el arroz, procedentes de Santander y Sucre, respectivamente. Una cocina de puñados y sin grameras, que la han puesto a compartir escenario con chefs como Harry Sasson, Carlos Gaviria y Federico Trujillo. Solo utiliza el “manómetro campesino”, una cuchara que, al quedar parada en medio de la olla del arroz, le permite establecer las medidas perfectas para que quede rico.
Ostenta la autoría de recetas como los chorizos de huevo de pescado o los rieles de yuca con queso salao’. También, preserva sin alteraciones las recetas del Magdalena Medio, como la sopa de cabeza de bagre ahumada, el sancocho de pescado frito, los envueltos palo con palo, el bollo de huevo de pescado, los machacados de yuca y de plátano, las chorotas, los rollos de carne envueltos en hojas, el mute santandereano y el ‘Arroz de pescado salado del Magdalena Medio santandereano’, un plato que cocinaba su madre en el campo, para dar de comer a los labriegos. Con este último ocupó el segundo lugar en el XI Premio Nacional a las Cocinas Tradicionales Colombianas 2018, convocado por el Ministerio de Cultura.
La cocina tradicional colombiana
Cada región de Colombia tiene diferentes matices culturales y de estos deriva una variada oferta gastronómica. Un país donde se bebe el guarapo de panela con limón, para refrescar las labores campesinas. Ese de vocación agrícola, donde el sembrador madruga a trabajar y cuidar su cosecha. Un lugar de cocina trabajada, donde la matrona se levanta a las 3 de la mañana a la piedra de moler, para tener listas las arepas a la hora del desayuno. Territorio de mujeres hacendosas y tenaces, capaces de recorrer un pueblo vendiendo a pie pelao’ o atravesar ciudades en bus para no fallarle a sus comensales.
Esta es la historia de nuestras cocineras colombianas ancestrales, cuyas recetas resultaron de los quehaceres cotidianos por cuenta del amor a sus familias. Te invitamos a homenajear a estas mujeres que, a través de sus fogones y su sabiduría ancestral, demuestran que son parte de #LoMejorDeColombia.